Un bello ofrecimiento a Dios .. El Silencio !


 El Apóstol Santiago llama a la lengua "un mundo de maldad" .. un mal que no puede atajarse y que está lleno de veneno y maldad (Santiago 3, 6 - 8) 

Escucha"LA BELLEZA DEL SILENCIO" en Spreaker. Es verdad que el ser humano está creado para comunicarse, para interactuar, para hablar... hasta Dios habla !! él ha querido comunicarse a través de su amado Hijo Jesucristo, él es Verbo, es Palabra, entonces por qué el hombre debe tener cuidado al pronunciarse?

El Silencio es el remedio a la locuacidad y el remedio a la tentación de estar hablando y hablando en muchas ocasiones sin aportar nada provechoso o edificante o también para elevarse sobre los demás con los propios puntos de vista cayendo en el orgullo del conocimiento o en la soberbia de saber más que los demás. "Quien mucho habla hará daño a su alma" (Eclo. 20, 8) "En el mucho hablar no faltarán pecados" (Prov. 10, 19) pecados de vanidad, pecados de ser hirientes con los demás, pecados de división en una comunidad. Hablar, intervenir, escribir -utilizando las redes sociales- responder expresando las posiciones personales con un tinte impositivo menospreciando a los demás, es una gran tentación para disiparse o distraerse del camino serio hacia la perfección; debo confesar que en múltiples ocasiones he caído en la tentación de escribir, responder en mi perfil de Twitter motivado por mi subjetividad y mis creencias sin conocer a fondo las cosas que leo, debo ser autocrítico.

Para todas las personas que buscan paz espiritual y la felicidad, el silencio -como titulo este artículo- es un ofrecimiento a Dios que nos mueve a escuchar al Espíritu Santo quien nos mueve al dominio propio para evitar problemas o malos entendidos en muchas aspectos "Quien guarda su boca guarda su alma" (Prov. 13, 3)  Por eso es importante considerar estas cosas:

1. Lo que se va a hablar  Es necesario tener claro el contenido de nuestras conversaciones para no herir a nadie, para conservar la modestia y para no faltar a las reglas

2. Las personas a las que se va a hablar: no todos los públicos son iguales pues a veces hablamos con personas superiores o con amigos o familiares o con algunas que encontramos por primera vez

3. El tiempo en que se va a hablar: no es lo mismo hablar en medio de una reunión que hablar en el parque o en la calle, hay que tener cuidado en no perturbar el silencio de las personas o sus descansos; sería óptimo guardar el "Gran Silencio" que va desde la oración de la noche hasta el amanecer y dedicarle a Dios nuestros pensamientos y las primeras palabras del día

4. El modo de hablar: la tranquilidad de una persona se percibe en su hablar, es decir, en la calidez de sus palabras y en su volumen; hay que hablar con modestia dejando hablar a los demás, no empleando risotadas ni gestos impropios, con humildad sin caer en la soberbia ni queriendo aplastar a los demás con nuestros argumentos, con simplicidad sin emplear términos rebuscados sino que estén al alcance de los demás para no pretender estar por encima de mi interlocutor o con doble sentido que es algo feo y grosero; estas sugerencias nos pueden ayudar a ser agradables a los demás . 


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